La Revolución de Febrero 1917: nacimiento y muerte de la Democracia en Rusia

Hoy, hace 100 años, coincidiendo con el Día de la Mujer Trabajadora, se produjo el inicio del suceso más importante del siglo XX y que afectaría durante más de 70 años a diferentes países, a diferentes generaciones y a millones de personas en el mundo. Un 23 de febrero de 1917, la Revolución había estallado en la anquilosada y semifeudal Rusia.

La Rusia zarista explotó por el desabastecimiento de los bienes básicos, la inflación y las amargas consecuencias de la Gran Guerra que dejaron 13 millones de muertos, de los que 1.700.000 eran rusos. En un ambiente enrarecido, de derechos y libertades prohibidas y con un sistema corrupto, los movimientos sociales y políticos luchaban para cambiar la situación política del país.

El amotinamiento era inminente, y se utilizó una fecha clave y de gran importancia para el Movimiento Obrero y en concreto para los partidos que conformaban la II Internacional, el Día de la Mujer Trabajadora. El Zar Nicolás II movilizó al ejército para aplastar los tumultos y las manifestaciones, pero el ejército acabó uniéndose a la rebelión lo que le llevó al monarca a abdicar. Seguidamente se constituyó un Gobierno Provisional.

La constitución de un Gobierno provisional no apaciguó los ánimos, sino todo lo contrario, el Partido Socialista Ruso se dividió en dos grupos bien diferenciados: mencheviques y bolcheviques, estos últimos liderados por Lenin (que se encontraba en el exilio). Durante meses, las posiciones fueron enfrentándose cada vez más entre el Gobierno Provisional dirigido por Kerensky y los soviets donde residía el poder real.

El proyecto de una Rusia constitucional y democrática en la que se eliminaron todos los privilegios o distinciones se quedó en un deseo, porque los bolcheviques ocuparon las administraciones apoyados por la decisión de continuar en la guerra (decisión que no compartían) y que provocaron nuevas protestas de obreros, campesinos y soldados. Mientras tanto, la convocatoria de elecciones constituyentes por sufragio universal y elecciones democráticas se postergaba en el tiempo.

Las Tesis de Abril se imponían poco a poco y la Revolución caminaba hacia otra fase. Los proletarios del mundo ya veían el advenimiento del Comunismo, veían la igualdad entre los hombres más cerca, pero desconocían que el Terror Rojo se acabaría imponiendo y que la Dictadura del Proletariado duraría más de 70 años sin ningún tipo de respeto hacia los Derechos Humanos ni a los primigenios principios de igualdad, justicia social, solidaridad y democracia. Sin embargo, el mensaje era claro, el capitalismo tenía los días contados.

100 años después, la Rusia de hoy no es mucho mejor que la de 1917. Según denuncia Amnistía Internacional en su informe de 2016:

  • Se han intensificado las restricciones del derecho a la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica.
  • Se producen torturas y malos tratos en instituciones penitenciarias de forma reiterada.
  • Se celebran juicios sin las debidas garantías.
  • Se siguen produciendo graves violaciones de los Derechos Humanos y,
  • No se respeta los derechos de las personas refugiadas y solicitantes de asilo.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.